23.7.09

Fragmentos - Armand Schwerner


Nota del editor. Aunque Schwerner decía no ser partidario de formular una poética fuera de los poemas, se las arregló, sin embargo, para decir un buen número de afirmaciones sobre qué es la poesía. Estas son algunas de esas divagaciones, aforismos y citas obtenidas de entrevistas, ensayos y su apéndice a las Tabletas:


¿Por qué dejar los experimentos de ficción a los prosistas?

La Ansiedad es el ángel. Déjala ir.

El mayor reto es resistir lo que viene fácilmente

La experiencia no el “sentimiento” es lo que lo hace nuevo

La poesía no como reverencia a lo sagrado, sino como creación de lo sagrado en toda su actividad; no como petición para que sobreviva a pesar de un corrosivo sentido acerca de su pérdida. sino como un movimiento que por sí mismo pueda poner su grano de arena a la realización de lo sagrado.

El poeta es un nombrador.

El pasado es un chiste.

El silencio es un cultivo de la boca.

No hay yo nuclear

No hay yo nuclear

La poesía tiene que hacernos vivir y percibir más intensamente, no por el uso directo de símbolos, sino por una preocupación religiosa por lo presente real —la destrucción de categorías casi muertas y nostalgia. Solo de tales destrucciones la vida actual se erguirá. Destrucciones urbanas.

El propósito de mi poesía es reducir el “golfo entre el inconsciente y el ego”.

Hambrea el deseo hacia el hecho y el empirismo cuando tu personalidad lo necesite y esclavizarás así mismo a la imaginación.

El buen gusto es abumiento y muerte.

La prosa es elocuencia, quiere instruir, convencer; quiere producir en el alma del lector un estado de conocimiento. La poesía es el producto del júbilo, su lector participa en el acto creativo...

Supóngase que el miedo hacia cualquier mundo que se descubre es tan grande como para hacer que la escritura sea casi imposible.

…El poeta no se ha liberado de sus demonios. El racionalista sí lo ha hecho. El poeta ha ejercido exitosamente una serie de alternativas fructíferas; termina siendo perseguido por el demonio que su máscara funeraria asemejará si su vida ha sido exitosa.

La poesía como juego, como acto de fe, como celebración, como conmemoración, como alabanza épica, una queja lírica, como deleite en el patrón y la repetición —la poesía está en problemas.

Todos las conceptos son desconcepciones.

Las palabras te perciben, en su variedad.

En el mero filo del bisturí, ¡habla!

Puede que el pánico genera una palabra, una lengua, un incontrolable deseo de llenar el palpable vacío que, precisamente en el mismo instante, genera el sonido de su(s) propio(s) nombre(s).

Cómo no qué: como Tarthang Tulku acerca de las deidades cajrayanas —formas de ser no cosas.

Con buen karma obtenemos sordera.

El objetivo de un poeta es ver tan intensamente que la puerta se abre y se encuentra [sí, se encuentra a sí mismo] caminando hacia un jardín que nunca antes había visto. Los versificadores que miran el mundo a través de las ventanas perciben al vidrio y al barato marco que define los límites del jardín. Una visita fácil. El poeta es una criatura de procesos y que arriesga su desintegración cada vez que las cosas que ha aprendido se alejan de lo real, de cuyo brillo él lenta y pacientemente se entrega.

El objetivo: descubrir en el sí-mismo tantas categorías de percepción como sea posible.

Son hermosos los fragmentos.

Si un poema es un pez debe descubrir que lo que hace es nadar.
Producir poesía para acercarse más y para mejor comprender mejor la naturaleza del sufrimiento. Si uno quire tener un objetivo, éste, el cual fue el objetivo del Buda, es el más provechoso.

Toda sobre-orquestación de la poesía elimina al elemento existencial que tiene lo gratuito. El Espacio adentro del poema es la condición necesaria para la percepción de lo infinito.

Pánico instantáneo y náusea es lo que los círculos académicos sienten cuando se empieza a discutir la poética oral.

A final de cuentas lo importante es ser simples en la aprehensión de aquello que nos hace felices.

Trad. H-Yépez